Las primeras patatas del huerto de mi padre siempre son para mí, no hay mejor manjar. Con unos ingredientes simples y baratos, puedes hacer un plato absolutamente delicioso. Yo las hago muchas veces para acompañar el asado y más en plena temporada de recolección que es cuando más buenas están.
Para mí es de esas recetas que te reconfortan y te hacen sentir bien. Yo la asocio a ese término de Jamie Oliver, que ahora está muy extendido, de “comfort food”. Estoy segura de que cuando mis hijas se independicen y preparen estas patatas, les evocará siempre el recuerdo de compartir en familia la comida del domingo.
¿Cuál es para ti tu “comfort food”?
Ingredientes
800 gr de patatas pequeñas
40 gr de mantequilla
Un buen ramillete de romero
Unas gotas de aceite de oliva
Sal fina y en escamas
Elaboración
Lavar bien las patatas con la ayuda de un cepillo. Secar con un trapo limpio. No es necesario pelarlas.
Cortar a rodajas de unos 0,5 cm de grosor.
En una sartén amplia a fuego muy suave poner la mantequilla y las gotas de aceite de oliva. Añadir las patatas, un poco de sal y las hojas de romero, reservando unas cuantas para el final.
Remover de vez en cuando hasta que estén tiernas y doradas por ambos lados, tardarán aproximadamente 1 hora. Hacerlo con cuidado para que cuando comiencen a ablandarse no se rompan al darles la vuelta.
Espolvorear con sal en escamas y las hojas de romero reservado y servir.
Seguro que están deliciosas; muchas veces, lo más sencillo es con lo que más se disfruta. Gracias por la idea del romero.
ResponderEliminarGracias Alicia. Ya me contarás cuando las prepares!
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